Sentirse bloqueado es una emoción que no es ajena a los que nos gusta emprender.
También lo puede ser sentirse frustrado porque las cosas no están saliendo bien, especialmente esos temas técnicos que en ocasiones nos dan tanto dolor de cabeza.
Cuando elegimos ser emprendedores a la vez elegimos pasar por un espectro de emociones que van desde el mayor de los júbilos hasta la peor de las derrotas.
En ocasiones parece que hace dos días ganamos el campeonato, pero hoy estamos como si fuéramos el último de la tabla de posiciones.
Emprender puede ser como la montaña rusa, en ciertas partes muy divertida, pero en otras puedes tener ganas de vomitar. Sabes que vas a disfrutar, pero también sabes que lo puedes pasar mal, aun así, tomas el riesgo y haces el viaje.
Así es la vida del emprendedor, y esto permanece en el tiempo, el subibaja de emociones puede darse hoy y repetirse en los próximos años.
El emprendedor se expone a vivir más experiencias y a forzar sus límites, esto supone que está dispuesto a sufrir más emociones producto de estos aprendizajes y progresos.
Pero, ¿cómo gestionar estas las emociones negativas?
Algunos aspectos tecnológicos pueden generar frustración, por ejemplo: cuando estamos utilizando un nuevo software y no hace los que queremos o se supone que debe hacer.
Algunas recomendaciones para lidiar con la frustración
- Dale una segunda oportunidad: si a la primera oportunidad no funciona, prueba una vez más.
- Sigue con otra tarea: si después de 3 intentos no funciona, sigue con otra tarea, cuando estés más despejado mentalmente será más fácil probar de nuevo.
- Busca ayuda en internet: si aún sigues si resolver el problema acude al que todo lo sabe: Google, eso sí trata de ser muy preciso con la consulta que deseas resolver. Existe una alta probabilidad de que Google te lleve donde hay una respuesta a tu problema, posiblemente alguien más ha tenido este problema y ha dejado la solución en algún lugar de la web.
- Pregúntale a alguien: si dispones de un tutor o consultor que te apoye, pues es hora de llamarlo y pedirle ayuda con el problema que tienes. También puede que conozcas a alguien quien ya haya resuelto ese problema.
- La desesperación no ayuda: con certeza, más adelante podrás resolver el problema, así que hay que tranquilizarse, nadie va a morir si aún no resuelves ese problema. Es un buen momento para congeniar con la impaciencia.
Otro ejemplo sería cuando te encuentras en una situación en la que piensas que todo es más difícil de lo que pensaste y estás entre perdido y bloqueado.
Algunas recomendaciones para salir de estas de ese bloqueo
- Actúa: toda emoción negativa que te ocurre significa que debes actuar, no quedarte estático.
- Actúa empieza a aclarar la situación: lo normal es que primero estemos confundidos y conforme vamos actuando la situación se va aclarando.
- Calma: hay que tomarse las emociones negativas con calma. Tomate un momento y siente la emoción, déjala que pase por tu cuerpo, identifícala, reconócela y luego déjala ir. En ocasiones, evitamos esas emociones negativas, pero por no dejarlas entrar siguen tocando a la puerta sin cesar. Cambia el esquema, deja entrar esas emociones negativas, tomate un té con ellas quizá tengan algo importante que decir, y luego despídelas y sigue trabajando.
- Deja de echar la culpa a los demás y hazte cargo: no eches la culpa de esas emociones negativas a otros. Nosotros mismo somos que permitimos si algo nos afecta o no.
- Dispón de un grupo de apoyo: puedes compartir con otros tus emociones, ojalá personas que compartan tus actividades y sepan de lo que se trata. Esta es una manera de contar con apoyo y comprensión, lo cual ayuda a alivianar la carga y quitarle un poco la importancia de más que en ocasiones le damos a los problemas.
Las emociones negativas siempre van a estar por ahí tratando de entrar, así que debemos gestionarlas más que rechazarlas de facto. Posiblemente vienen como aprendizajes acerca de nosotros mismos que debemos aceptar para seguir creciendo.
Dejarse todas las emociones negativas para sí, sin saberlas gestionar puede ser nocivo, salir y compartirlas puede ayudarnos a tomar una nueva perspectiva y solucionar lo que nos aqueja.
Y si no encuentras salida, hay profesionales muy capacitados dispuestos a ayudarte si así lo quieres. Esperar a llegar a tocar fondo quizá no sea la mejor opción.
Ejercicio:
Responde las siguientes preguntas:
- ¿Estás dispuesto a pasar por diferentes emociones al emprender o prefieres que todo se mantenga en calma y que sea más previsible?
- ¿Qué pasa cuando las cosas no te salen a la primera y debes intentarlo varias veces?
- ¿Cuándo te has enfrentado un problema has acudido a Google o a algunas personas que saber puede tener una respuesta a tu problema?
- Si te sientes bloqueado, ¿qué podrías hacer sin pensarlo mucho para salir de la parálisis por análisis? Cualquier cosa, la idea es actuar en algo.
- Busca papel y un lápiz, escribe los pensamientos, dudas o emociones que crees te tienen bloqueado. No hace falta cuestionarlos, solo listarlos, escribirlos y pasarlos de la cabeza al papel. Esto te puede dar una perspectiva diferente del ruido mental que tienes en la cabeza.
- ¿Crees que necesitas ayuda para salir de tu bloqueo? ¿Has buscado algún profesional que te pueda ayudar con esto?
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